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Porno para mamás en metro

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Siguiendo con mi especial Semana Santa primero pensé en escribir una crónica del espectáculo del Bagdad, pero es un poco caro y yo no gano nada con esto del blog, así que deseché la idea rápidamente. A cambio me he encontrado otra noticia interesante y con cierto toque cultural, que siempre queda más elegante. El próximo junio aparecerá la versión en español de una trilogía de libros que está causando furor en Gran Bretaña y Estados Unidos: Fifty Shades.

La autora es una escritora británica llamada Erika Leonard James y los títulos son Fifty Shades of Grey, Fifty Shades Darker y Fifty Shades Freed, y los publicará en España la editorial Grijalbo Mondadori (castellano) y Rosa dels Vents (catalán). Los títulos en castellano no los tengo muy claros, unos traducen shades como ‘sombras’ y otros como ‘tonos’, así que ya se lo encontrarán en junio.

Los que venden los libros creen que va a ser un fenómeno del tipo Millennium, de hecho la Universal ha comprado los derechos para el cine y, a estas alturas, ya podemos decir que la señora James aspira a ser la nueva Rowling. Bueno, quizás exagero un poco, pero para retirarse parece que ya tiene.

Una breve sinopsis de la primera novela nos lleva a un joven guapo y multimillonario que seduce a una joven becaria que se siente atraída irresistiblemente por su aire de chico malo con un fondo vulnerable. Nuevo que te rilas, puro Danielle Steel. Y de eso se trata, de novelas para (un determinado tipo de) mujeres que, como es sabido, superan en muchos puntos a los hombres como lectoras. En uno de los foros que he consultado, una lectora lo describe así:

En fin, que la narración contempla dos verdades, dos defectos a los que somos sensibles la inmensa mayoría de las mujeres occidentales: una, la fascinación por los chicos malos, aquellos con un lado oscuro pero con un puntito, aunque sea chiquitito, de vulnerabilidad; y dos, la estúpida convicción de que podemos hacer cambiar a un hombre.

Pero el revuelo no viene por la historia, que no es novedad, viene por la relación erótica con tintes sadomasoquistas que mantiene la pareja protagonista y que se muestra en la novela de forma explícita; pero con gusto y delicadeza, por supuesto. Encuentro una muestra en una de las noticias que consulto:

«Estoy desnuda, esposada y abierta de piernas en una cama con dosel. Inclinándose sobre mí, él desliza la punta de la fusta de mi frente a mi nariz para que pueda oler el cuero, y sobre mis labios separados y jadeantes»

A partir de una publicación discreta, el boca a boca hizo que se corriera la voz entre las lectoras, que imagino traficándolo furtivamente a la salida de la misa del domingo en cualquier pueblo de Texas. Bueno, tal vez no sea muy realista, pero me gusta imaginármelo de esa manera. Y yendo más allá, incluso me las imagino con el aspecto de Connie Britton.

Porno que ellas descargan de Internet

Al fenómeno ya se le ha puesto un nombre de esos tontos que inventan los genios del marketing pero que al final nos sirven porque son cómodos: es el “mommys porn”, (nada que ver con las MILF, que os veo venir) y sirve para vender. Lo curioso es ver como esa gente de marketing coincide con la doctrina Gallardón. ¿En qué se basan para reducir el publico potencial a las mamás? En primer lugar, las cuarentonas (dicho con admiración, ojo) pueden no ser madres y comprar el libro para disfrutarlo sin niños molestando ¿o les pedirán el libro de familia en la librería? En segundo lugar, ¿por qué no las treintañeras, o las de sesenta?

sombras de grey, porno, literaturaPero el gran impulso a la venta del libro ha sido Internet, un medio discreto. En Gran Bretaña, Estados Unidos y Australia, los foros de Internet van más calientes que el asfalto de Georgia hablando sobre el tema y recomendando el libro.  Dicen los editores que el boom no hubiera sido posible sin esos foros y sin la edición electrónica de la novela. La trilogía ha llegado al número uno de los ‘e-books’ más vendidos en ficción en la lista de The New York Times y al tercer puesto en la de Amazon.

La ventaja para mis queridas madres tejanas es que pueden comprarlo discretamente por Internet y descargárselo en su tablet, así nadie se entera de que se lo han comprado ni reconoce la portada cuando vayan leyéndolo en el metro (lo del metro va por las neoyorkinas, en Texas van en camionetas Ford, todo el mundo lo sabe).

Otra de las noticias que consulto da como clave del éxito el descubrimiento de que tras la discreta firma E.L. James se escondía una madre de familia con posibles, de 48 años y con dos hijos. Eso aumentó el morbo del asunto, ya que no cuadraba con el perfil que se esperaba del autor o autora. Vale, tal vez lo primero en lo que piensas no es una madre de familia bien de esa edad. Pero, ¿por qué no?¿Qué perfil se esperaba? Tal vez sean cosas del puritanismo protestante anglosajón que yo solo conozco de oídas y por eso me sorprende.

Quizás aquí, cuando llegue a las librerías, pase lo mismo, el olor a sacristía -revenido después de siglos de atufar- tarda mucho en disipar. Pero yo emplazo a las lectoras (y lectores, que alguno habrá) a que no lo escondan y lo muestren sin forro por autobuses y parques, en plan reivindicativo, como cuando El País tenía engañada a toda la progresía. ¿Qué pasa? Y que, a ser posible, nos hagan el favor a los demás de extractar los trozos más picantes y subirlos a Internet, me da pereza la novela entera.

4 comentarios sobre “Porno para mamás en metro”

  1. Caramba, caramba…parece que esto del libro guarro funciona …si se dicen pelis guarras pues yo digo libros guarros. Porque yo lo valgo. Se ha intentado hacer porno de toda la vida para mujeres y no ha acabado de pitar….es decir que ver pitos es suficiente…si los de los profesionales no dan la talla, no me puedo ni imaginar los que se imaginan las damas cuando leen.

    Me ha salido mu machista hoy esto. que se le va a hacer

  2. Pep lo del libro guarro que dices tú,siempre ha funcionado,en España se sigue leyendo mucho,y sin libro también se imagina mucho.Quizás se imagina tanto porque son pocos los que satisfacen a sus mujeres o por lo menos son pocos los que se lo curran y desisten muchas veces…se preocupan poco.Hoy en día la mujer ,por suerte pide a demanda ,como cuando amamantamos a nuestros hijos y eso muchos hombres no lo saben encajar.Tengo ganas de leer la trilogía y comparar con lo que tengo leído y los hombres deberíais leer más y hacer un buen manual y aplicarlo.

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