No hay blog para tanto chorizo (y hay gente que no lo merece)

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Esta entrada vuelve a ser una de esas de desahogo. Lo siento, no todas van a ser historias interesantes. El sueño de la razón produce monstruos, tituló Goya uno de sus Caprichos. Una mirada lúcida y genial a un páramo de incultura, egoísmo, fanatismo y barbarie. Una España que lleva siglos pareciéndose demasiado a sí misma mientras bailamos alrededor de la hoguera. De vez en cuando el hedor es tan fuerte que llega hasta las plazas de toros, los campos de fútbol o Telecinco. Quizás estamos en uno de esos días.

El sueño de una sanidad y educación de calidad está desaguando por alcantarillas que llegan hasta ‘bancos malos’, paga y no preguntes. El sueño de justicia mira fijamente a Krahe y se pone la venda con expresidentes autonómicos o atilas financieros. Cuando Dívar, alias El Findes, se va de hoteles de lujo (perdón, de 4 estrellas) invitado por el contribuyente y en su defensa alega que él pagaba algunas de las cenas, vuelve a recobrar sentido una vez más aquello de que “la justicia vale menos que el orín de los perros”.  El sueño de una administración eficaz reparte pelotazos millonarios con la excusa de hacer carreteras innecesarias o aeropuertos absurdos. El sueño de unos medios corporativos altavoces de sus amos que, como no pueden explicar lo inexplicable, tiran balones fuera con La Roja y los vídeos de youtube. Eso los serios, otros ya son caricaturas que compiten en el quiosco directamente con El Jueves, con perdón para El Jueves. Hay que rebuscar en la basura para encontrar algún The Wire (la realidad ha dejado muy light a Crematorio) que nos haga la fotografía de lo que está pasando de verdad fuera de la sala de estar.

Y lo más triste es que lo antes mencionado es solo una pequeña muestra. No hay blog para tanto chorizo.

Pocos refranes nos definen tan bien como ese que dice “el que venga detrás que arree”. Es de una mezquindad suprema. Roba, derrocha, ya lo pagarán otros, nuestros nietos. Que se jodan o emigren. Es que yo soy más listo y por eso lo hago. Por eso y porque hay otros, con mentalidad de súbditos, que en lugar de encerrarme y tirar la llave me admirarán y me reirán las gracias, los tontos de baba. Hay momentos en que piensas que nos haría falta ser un poco alemanes. Pero que no nos rescaten, por favor. Como recordaba Enric González (imprescindible e inspirador artículo aquí), cuando Alemania se empeña en salvar Europa las cosas no acaban demasiado bien.

Rescate moral

Lo urgente siempre le quita tiempo a lo importante.  Lo urgente será conseguir el dinero. O negarse a pagar. Pero lo importante es el rescate moral. Volvemos al desastre de 1898 (y yo al artículo de González), cambiando la pérdida de Cuba por el hundimiento de Bankia. Tal vez se ponga Joaquín Costa de moda otra vez. Ojalá.

Algunas noches, demasiadas, pienso que hay algo podrido en nuestro ADN. Tal vez haya una esperanza con la mezcla, tal como escribe Pérez-Reverte en su última columna, y a ver si al Manolo le van dando pero bien.  Desde hace siglos cometemos los mismos errores, somos un país de sinvergüenzas. Tanto, que hay gente a la que no le parece un insulto.

Hay una película que desde ya recomiendo, El tren de la vida, en la que un personaje dice “no es alemán quien quiere, es alemán quien lo merece”. El chiste mejora cuando se conoce el contexto, pero no voy a contarles la peli, véanla. Pues en noches como hoy pienso lo contrario: hay gente que no se merece ser español, merece un país mejor.

España (o Catalunya o Euskadi, nos parecemos todos mucho) no solo está llena de descerebrados que aplauden a los suyos hagan lo que hagan, ni de sumisos que se refugian en la tele y no alzan la voz. Hay mucha gente que, como mínimo, quiere hacerse oír. Gente decente que, como tal, se indigna ante tanto indigno. Personas con corazón, capacidad e imaginación que salieron a las plazas el 15M, que luego han seguido trabajando para construir otra realidad.

Hay gente que usa su imaginación y su talento para protestar. Sin violencia, con arte y simpatía. Como el grupo Flo 6×8, que no tendrá una portada pero que ya es bastante conocido por sus protestas en oficinas bancarias, incluso en el Banco de España. No me digan que no tienen arte aquí mis primas en el vídeo que encabeza esta entrada.

Desde el pasado 15 de mayo hay gente que va cada día a la sede de La Caixa a protestar. Para ellos #LaCaixaEsMordor. Aparte de la desvergüenza de las participaciones preferentes, la protesta (pitos, cacerolada, etc) va contra los últimos responsables de la crisis estafa. Han pasado la fase de pitar a los políticos. Para ellos Rajoy sería Saruman y los bancos Sauron, el corazón de La Bestia; el que manda, vamos. Aunque, para ser más precisos, para ellos #BankiaEsLaBestia. No los busquen en los informativos, la sección de economía del de TV3 la patrocina, efectivamente, La Caixa.

Gente que se ha reunido en Internet bajo el hastag #15MpaRato. Los bancos quiebran por corrupción o mala gestión para luego dejar que la fiesta la paguen los ciudadanos. Según dicen ellos en su web los bancos son intocables pero los banqueros son personas a las que pedir responsabilidades. Como hay que fijar objetivos definidos empiezan con Bankia y con Rodrigo Rato, de momento recogiendo toda la información sobre la gestión de dicho individuo y luego ya se verá. Pedían concreción al 15M, pues marchando una de concreción.

Mención aparte merecen los @iaioflautas, que hicieron suyo el despectivo perroflauta, para dar una lección de dignidad. Como ellos dicen, tienen tiempo y ganas y no van a parar. Y organizan y difunden por Internet lo que ellos llaman sus ‘travesuras’. La última el pasado viernes. Ellos sí valoran lo que tanto les costó conseguir y que ahora se quiere borrar de un plumazo con la excusa de la crisis estafa. Dicen que su experiencia, unida a la fuerza de los jóvenes puede cambiar muchas cosas.

Luego hay gente que desde la esquina de un blog, ese espacio donde de momento solo existe la autocensura, cuenta lo que vive o lo que piensa, esperando compartir con otras una idea, aunque solo sea para sentir aquello de que no somos tan pocos como dicen que somos. Esta misma semana @fanigrande, desde su blog El Fémur de Eva tuvo una idea genial con su Principio de Bankímedes que revolucionó Twitter durante ese día. Tal vez no sirva para nada, pero tal vez inspire a algunas personas que a la vez inspiren a otras para que juntas hagan algo efectivo. Lo que sirve para poco es callar.

Así que cada vez que me paraliza la idea de que hemos tenido y tenemos los gobernantes que nos merecemos me digo que puede ser verdad pero que no siempre tiene que ser así y que hay gente por ahí que se merece otros mucho mejores. Quizás algún día se les haga justicia.

Un día cualquiera en Mordor, sito en la Avenida Diagonal 621 de Barcelona sobre las 7 de cada tarde.

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