Veo a Juan Carlos de Borbón, alias El Rey, en un telediario mientras leo por enésima vez la noticia que me manda Angélica desde twitter y que me ha alegrado la tarde. Ángelica (les recomiendo enredarse en sus hilos) me enlaza a un medio canario, pero también la pueden leer en el Huffpost, por ejemplo, que viene ampliada y así les doy visibilidad a los muchachos. El asunto es que la Federación de Ocio y Restaurantes de Canarias (Fecao) cree que permitir el nudismo en toda la isla es un error porque favorece que por sus playas paseen personas “viejas de carnes flácidas o voluminosas masas” que inspiran “lástima, burla o repugnancia”.
Mi primera lectura fue reflexionar sobre la conveniencia de hacer declaraciones públicas después de los chupitos. Parece obvio, pero a las pruebas (muchas y variadas) me repito, que diría el gran Pazos. Esa idea me duró apenas un instante, no eran declaraciones cogidas al vuelo o robadas de una partida de mus con Torrente. Está claro que es un comunicado pensado y redactado con esmero, así que decido que un error informático – o sabotaje de unos malvados hackers- ha hecho que el comunicado de Fecao se cruce con una noticia de El Mundo Today. Tampoco. Una vez más se demuestra lo meritorio que es ser cómico en estos reinos, el comunicado es delirantemente real.
La cita anterior de Pazos, el legendario personaje de Airbag, no es casual. Desde mi segunda lectura no me lo puedo quitar de la cabeza y ahora cuando miro a Antonio Vélez, secretario ejecutivo de fecao maravillao, ya solo puedo ver a Manuel Manquiña caracterizado. Siento meterle en esto Don Manuel, pero es un texto que destila pazismo por todas partes.
Lo que ha trascendido del comunicado, haciendo honor a su mensaje, es magro y terso. Cada palabra vale su peso en Chanel nº5; aunque en realidad el aroma es a humedad de seminario de los años 50; pónganle ahora a Pazos una sotana. Tiene ese estilo melifluo y recargado tan característico. Se nota que se ha cuidado porque –dejando de lado la intención, el significado y hasta la misma ocurrencia de hacer un comunicado así– la nota procura, en la forma, no ofender a nadie. Es como ponerle un cojín a la silla eléctrica. Vale que a los viejos se les ofende todo el rato y mucho, pero se recrea en las “carnes flácidas o voluminosas masas” groseras y repulsivas de hombres y mujeres por igual. Es un paso. E incluso, en un rasgo de humildad, el autor se incluye con un “que somos la mayoría”, y para ello no le importa sacrificar el estilo con ese horrendo final de frase.
Bajas emociones
Según el autor, pasear desnudo por la playa “es inmoral” y “despierta nuestras más bajas emociones”. Imagino que quiere decir que nos despierta lo que sea que otros/as paseen desnudos, porque si no es así tiene un serio problema cada vez que se mete en la ducha. Pero para Fecao la moralidad depende de la edad que tengas. Y eso me lleva a que, a pesar de mi evidente admiración por el texto, no puedo obviar algunas imprecisiones importantes que me generan muchas dudas.
En primer lugar, ¿qué pasa con las “voluminosas masas” jóvenes? ¿Sus pieles tersas les redimen de sus lorzas o su sobrepeso añade años? ¿Formarían un tercer grupo involuntaria o aviesamente olvidado en el comunicado? En segundo lugar, hay una contradicción flagrante. Por un lado quieren prohibir el nudismo a los viejos, repulsivo por definición, y por otro nos dice que la desnudez “despierta nuestras más bajas emociones”. No entiendo nada. A no ser que mi mente sucia haya malinterpretado lo de las “bajas emociones” y en realidad el autor esté pensando en el insulto o la agresión a los culpables de exhibir cuerpos flácidos y/o voluminosos.
Debe ser eso y no lo que yo pensaba porque Fecoa no tiene nada en contra de la desnudez si eres joven y bello. Si, un suponer, eres clavadito a Ryan Gosling o a Scarlett Johansson puedes pasearte por la playa durante horas –nada dicen del protector solar, mal– porque “mientras más tiempo transcurra, más delicados serán los sentimientos que despierte(s) en el público”. La elección de las palabras “público” y “escena” (usada más adelante), denota que el autor desconoce totalmente lo que es el nudismo, pero eso es asunto de otro post.
Para que esos sentimientos permanezcan en modo delicado, es importante que los cuerpos jóvenes y sexis se comporten de una manera determinada. Esta parte es la que me arrebata: los “bellos rostros” y las “bien proporcionadas formas, que se presenten desnudos completamente en escena, ya inmóvil o con movimientos lentos y artísticos” no caen en ninguna conducta inmoral. Llámenme frívolo pero creo que en esta parte el autor no tenía las dos manos completamente pegadas al teclado imaginando los movimientos lentos y artísticos. Me refiero a que con una de ellas iba pasando las cuentas del rosario.
Hay otras perlas, como lo de que permitir el nudismo puede ser una idea “divertidísima al principio” pero que luego perdería esa gracia. No veo porqué, su comunicado mantiene la comicidad desde el principio hasta el final, demostrando que con un poco de voluntad y perícia sísepuede.
Tal vez el asunto es que, simplemente, los nudistas molestan, ocupan un espacio destinado a grupos más numerosos o más consumidores. No se, les dejo el análisis serio a otros, yo no puedo: he vuelto a leer lo de “más delicados serán los sentimientos que despierte en el público” y me viene otra vez la risa. Si la Fecoa lo dice yo no lo voy a negar, pero si eres un santo varón hetero y tienes a Scarlett desnuda a un metro no le muestres lo delicado de tus sentimientos, se elegante y estírate en la arena en la posición apropiada. Solo por si acaso. Disculpen, no lo he podido evitar, el virus velensis es altamente contagioso. Pero es porque soy uno de esos “individuos de más groseros sentimientos, de talento más limitado, de capacidad artística más reducida y de vida y costumbres más provincianas”. Este pasaje se lo olvidan los diarios, el resumen siempre asesino del arte.
Por cierto, sigo a la espera de conocer al autor (lo siento, tiene que ser un hombre) para pedirle ejemplar firmado con dedicatoria. Además, los fans de Vélez seguimos a la espera de más noticias suyas en los próximos días. Yo ya lo veo llamando a su mujer desde un parking y diciéndole: “Carmiña, oye, dejo esto, es muy estresante. Interesante no, estresante”. Así sea.